martes, 25 de octubre de 2016

Las neurociencias Retos y desafíos para Bolivia

César Roberto Flores Torrejón*

Los últimos estudios del cerebro y su estrecha relación con el comportamiento humano, suponen un nuevo abordaje del estudio de las variables implicadas en los procesos de neurodesarrollo y sus patologías, aspectos que en Bolivia van alcanzando mayor interés en su conocimiento porque éstos tendrán un gran beneficio en la Psicología, la Educación  y el ámbito de la salud mental y pública en general.
El aporte que las neurociencias pueden proporcionar a estas disciplinas radica en los siguientes aspectos que se deben investigar y desarrollar con mayor detalle:
  •   Los nuevos abordajes del aprendizaje y los procesos neurobiológicos implicados.
  •   El cambio en los modelos de explicación desde las neurociencias en los procesos cognitivos, afectivos y comportamentales.
  •   El papel de la emociones y la inteligencia emocional en el bienestar general de las personas.
  •   La comprensión de los beneficios de la plasticidad cerebral en la educación.
  •   El aporte de las técnicas de neuroimagen para entender el funcionamiento del cerebro.

ü  La responsabilidad de nuestro cerebro en el manejo de nuestro comportamiento humano.
Por ello, las neurociencias deben estar acompañadas en el ámbito de la Psicología en particular con investigaciones científicas publicadas basadas en la evidencia empírica y con sustentabilidad comprobada.
Una contribución importante en el ámbito del estudio de las estrategias cognitivas y metacognitivas de aprendizaje como un elemento conjugador de todos estos tópicos expuestos anteriormente, es la investigación sobre esta temática desarrollada en mi Tesis Doctoral sobre las estrategias de aprendizaje en universitarios.
Siendo el aprendizaje definido como un cambio, relativamente permanente, de conducta que se produce como resultado de la práctica. En el contexto universitario implica siempre la adquisición de conocimientos y construcción de significados (Escanero, 2008).
La tarea principal que lleva a cabo el estudiante es, en sentido amplio, aprender antes, durante y después de participar en las distintas actividades universitarias. Sin embargo, las tareas académico/universitarias que ocupan más tiempo a los alumnos son sus propias actividades de estudio que implican autorregulación y ajuste conductual a una situación específica de actividad académica de carácter cognitivo, metacognitivo, frecuentemente individual e interactiva, organizada, estructurada e intencional, intensiva, autorregulada y basada casi siempre, en unos materiales escritos, en un texto (Escanero et al., 2013a) y que, además, crea expectativas, automotivación, genera autoconceptos y supone siempre un esfuerzo personal.
El propósito del estudio de la tesis fue explorar las estrategias de aprendizaje en los universitarios y su relación  con el razonamiento verbal, razonamiento matemático y la solución de problemas. Para ello se tomaron varios instrumentos: estrategias de aprendizaje cognitivas y metacognitivas, razonamiento verbal, razonamiento matemático, rendimiento académico y resolución de problemas.
Entre las conclusiones importantes llegadas en la tesis, se mencionan las siguientes:
a). Los estudiantes que tienen el mayor Rendimiento Académico, son aquellos que tienen los mayores puntajes en las pruebas de Razonamiento Verbal. Respecto al Razonamiento Matemático, el comportamiento es indistinto en cualquier estudiante.
b). La Actitud y la Motivación como estrategias cognitivas de aprendizaje son los dos motores fundamentales que están, del mismo modo, directamente relacionados con las variables Razonamiento Verbal y Razonamiento Matemático.
c). Existe una asociación directa entre Altos Rendimientos (académico, verbal y matemático) y las estrategias de Actitud, Selección de Ideas Principales, Procesamiento de la Información, Estrategias de Prueba, Concentración y Motivación como variables estrechamente vinculadas.
Más allá de estas conclusiones, es preciso hacer énfasis en una “Neuroeducación”. La Neuroeducación se define como la disciplina o transdisciplina que promueve una mayor integración de las ciencias psicológicas y educativas con aquellas que se ocupan del desarrollo neuropsicológico, esta idea surge de que en la sociedad tendrá un dramático cambio cultural. Pronto emergerá una nueva cultura que estará fundamentada en la obtención de respuestas a través del profundo estudio del cerebro.
En este contexto, la  “Neuroeducación”, como disciplina, pretende obtener el máximo beneficio que nos pueda proporcionar el conocimiento sobre el funcionamiento del cerebro, y aplicarlo en el ámbito de la enseñanza y el aprendizaje. «El conocimiento del funcionamiento cerebral es la clave para poder anclar sobre bases sólidas, y no sobre opiniones, lo que puede ser la enseñanza en el futuro» (Kandel et al., 1997)
Uno de los conocimientos claves que aporta esta nueva disciplina, es que por encima de ser seres racionales, somos seres emocionales. Los estímulos del entorno más próximo son captados por nuestros sentidos, pero es nuestro «cerebro emocional» el que los etiqueta de buenos, malos, agradables, desagradables, etc., antes de ser procesados por nuestro «cerebro racional». Por este motivo solo se puede aprender aquello que nos causa sensaciones gratificantes, o en otras palabras: aquello que amamos.
En la Neuroeducación aún no existe una fórmula o guía que indique los pasos para educar correctamente, pero se están llevando a cabo investigaciones de relevante importancia en  universidades de Cambridge, Harvard, Stanford y otras  orientadas en esta dirección.
Una de las premisas esenciales es que el maestro sea el que consiga hacer emerger la curiosidad de sus estudiantes durante el proceso de enseñanza, ya que la curiosidad como algo innato es la herramienta que permite captar la atención.
Hoy, debido a la cantidad de estímulos que los niños, adolescentes y universitarios perciben de su entorno social, ya no se puede pedir que preste atención sin más. Ésta debe ser evocada, y precisamente la Neurociencia está investigando para saber qué áreas del cerebro se activan cuando se despierta la curiosidad (que no se activa de la misma forma en cada individuo), y cuánto puede durar el foco atencional del estudiante, en función de las diferencias cronológicas, madurativas e individuales (Labos et al., 2008)
La clave parece ser el tipo de estrategias de aprendizaje que se utilizarán integrando todo el cerebro y cómo se enseña por parte del profesor.
Finalmente, debe indicarse que el debate sobre las estrategias no está cerrado y de manera general, siguiendo el camino de la perspectiva de un aprendizaje autorregulado, característica fundamental del estudio universitario y tomando las aportaciones existentes (González-Pienda, 2002; Pintrich y DeGroot, 1990; Weinstein y Mayer, 1986 y Escanero, 2008), se debe continuar contribuyendo al desarrollo de los siguientes grandes grupos de estrategias:
a). Estrategias de autorregulación, integradas por procedimientos de autorregulación que harían posible el acceso consciente a las habilidades empleadas para procesar la información.
b). Estrategias cognitivas encargadas de codificar, almacenar y recuperar la información implicada en el material de estudio.
c). Estrategias motivacionales, que permiten sostener un clima afectivo y emocional positivo en las diferentes situaciones de estudio y que se refieren a las estrategias para enfrentarse a la ansiedad y mantenerse implicado en la actividad de estudio.
d). Estrategias de gestión de recursos, empleadas para optimizar el proceso de aprendizaje gestionando los diferentes recursos disponibles, materiales y personales (tiempo, entorno de estudio o la ayuda de otros).
Referencias Bibliográficas.
Escanero, J. F. (2008). Estilos de Aprendizaje. Zaragoza: Prensas Universitarias.
Escanero, J. F., Soria, M., Escanero, M. E. y Guerra, M. (2013a). Estilos, metacognición y estrategias de aprendizaje en estudiantes de medicina. Una propuesta para la mejora de la enseñanza-aprendizaje. Revista de Farmacología de Chile. 6 (2), 39-47.
Escanero-Marcén, J. F., Soria, M. S., Escanero-Ereza, M. E. y Guerra-Sanchez, M. (2013b). Influencia de los estilos de aprendizaje y la metacognición en el rendimiento académico de los estudiantes de fisiología. Revista de la Fundación Educación Médica. 16 (1), 67-84.
González-Pienda, J. A., Núñez, J. C.; Álvarez, L. y Soler, E. (2002). Estrategias de aprendizaje. Concepto, evaluación e intervención. Madrid: Pirámide.
Kandel, E., Jessell, T. y Schwartz, J. (1997). Neurociencia y Conducta. Madrid: Prentice Hall.
Labos, E., Slachevsky, A., Fuentes, P. y Manes, F. (2008). Tratado de Neuropsicología Clínica. Buenos Aires: Akadia Editorial.
Pintrich, R. R. and DeGroot, E. (1990a). Motivational and Self-Regulated Learning Components of Classroom Academic Performance. Journal of Educational Psychology. Vol. 82. 33-40.
Weinstein, C. E. and Mayer, R. E. (1985). The teaching of learning strategies. In Wittrock, C. (Ed). Handbook of research on teaching. New York: MacMillan.

*Docente universitario USFX

Director Académico UASB

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